#1 La vuelta al cole del ascensor marcada por la ITC
La nueva normativa ITC impone retos y oportunidades en el mantenimiento de ascensores. Descubre cómo afrontarlos y mejorar la gestión documental.
El desafío oculto de los ascensoristas en el mantenimiento de ascensores
Imagina esto: tu equipo ha sido contratado para hacerse cargo del mantenimiento de un ascensor. Sin embargo, cuando llegas al lugar te das cuenta de que no tienes acceso a los manuales, las especificaciones técnicas, ni los registros de mantenimiento previos. Te enfrentas a una máquina que conoces bien, pero sin la información necesaria para abordarla con confianza.
Esta situación, que muchas empresas de mantenimiento han vivido en carne propia, muchas o todas, es el resultado de una estrategia deliberada que algunas empresas han usado durante años para mantener su ventaja en el mercado.
Con la entrada en vigor de la nueva ITC AEM 1 en julio de 2024, este problema debería empezar a resolverse. Sin embargo, la realidad es que aún queda un largo camino por recorrer para que la transparencia y el acceso a la documentación técnica sean la norma. En este artículo, no solo desglosaremos los requisitos técnicos impuestos por la nueva normativa, sino que también tocaremos los puntos de dolor que enfrenta el sector, y ofreceremos soluciones concretas para que las empresas de mantenimiento no solo sobrevivan, sino que prosperen en este nuevo contexto.
La ITC y el nuevo paradigma documental: ¿Qué se exige?
La ITC AEM 1 fue diseñada con el objetivo de mejorar la seguridad y el control sobre los ascensores en España. A través de una serie de requisitos técnicos y documentales, la normativa establece un marco claro para el mantenimiento, inspección y actualización de los ascensores. Sin embargo, para algunas PYMEs, la ITC representa un desafío monumental, no solo por el volumen de documentación requerida, sino porque muchos de los ascensores más antiguos no cuentan con los manuales o especificaciones originales.
Documentación clave según la ITC
Los requisitos documentales establecidos por la ITC son extensos y detallados. Aquí algunos de los puntos más relevantes que toda empresa de mantenimiento debe tener en cuenta:
Manual de funcionamiento: El Anexo VIII de la ITC establece que cada ascensor debe contar con un manual que incluya instrucciones claras para el rescate de usuarios atrapados, junto con esquemas eléctricos y procedimientos detallados de mantenimiento.
Planes de mantenimiento: Cada empresa debe desarrollar un plan de mantenimiento personalizado basado en la norma UNE 58720:2020, que contemple actuaciones específicas y los tiempos estimados para cada operación.
Registros de operaciones: Cada intervención de mantenimiento debe estar acompañada de un boletín que detalle las comprobaciones realizadas, el tiempo invertido y la identificación del técnico.
Los vacíos legales y cómo las empresas pueden explotarlos
Uno de los mayores problemas que enfrentan las empresas de mantenimiento de ascensores es que, aunque la ITC obliga a compartir documentación, se han establecido plazos de hasta dos años para que las grandes empresas entreguen los manuales y registros de los ascensores más antiguos. Este tiempo puede ser aprovechado por los grandes players para mantener su control sobre el mantenimiento de estos equipos.
La normativa permite que, si no existen manuales, las empresas creadoras puedan generar documentación nueva. Sin embargo, esto abre la puerta a la creación de manuales genéricos, que no incluyen los detalles técnicos necesarios para que una PYME pueda realizar un mantenimiento de calidad. Al enfrentarse a esta barrera, muchas empresas se ven obligadas a trabajar "a ciegas", confiando en la experiencia de sus técnicos, pero sin los recursos suficientes para asegurar un servicio óptimo.
El problema radica en que:
Las grandes empresas suelen retener información, utilizando excusas como la "actualización de manuales" o la no disponibilidad del mismo por antigüedad.
La normativa, aunque es un avance, no garantiza que la información entregada sea lo suficientemente detallada para que otra empresa pueda tomar el relevo sin complicaciones.
Esto genera una dependencia artificial y pone a las pequeñas empresas en desventaja competitiva.
La realidad del mantenimiento: Obligaciones del propietario y cómo afectan
A menudo, se piensa que las responsabilidades del ascensor recaen únicamente en los técnicos, pero la ITC también establece obligaciones claras para los propietarios. Sin embargo, la falta de comunicación y el desconocimiento por parte de los propietarios sobre estas obligaciones provoca que la carga recaiga sobre las PYMEs, que deben gestionar más de lo que les corresponde.
Principales responsabilidades del propietario según la ITC:
Contratación de una empresa mantenedora autorizada: El propietario debe garantizar que el ascensor esté siempre bajo un contrato de mantenimiento con una empresa que cumpla con la normativa.
Revisiones periódicas obligatorias: El propietario es responsable de asegurarse de que se realicen revisiones e inspecciones periódicas, algo que a menudo delega en las empresas mantenedoras, sin supervisión alguna.
Actualización de documentación: Los propietarios están obligados a mantener actualizados los registros del ascensor, algo que muchas veces se les escapa de las manos y termina por convertirse en un trabajo extra para las PYMEs.
Esto se traduce en una situación donde las PYMEs no solo deben hacerse cargo del mantenimiento técnico, sino también de educar a los propietarios sobre sus responsabilidades, lo cual puede resultar en una sobrecarga de trabajo, además por falta de herramientas que cubran esta necesidad de mantener una documentación actualizada y disponible.
La sala de máquinas casi siempre se convierte en esa biblioteca del ascensor donde debería estar disponible la documentación y eso conlleva que los autorizados para acceder al lugar tienen la posibilidad de consultar, pero también de sustraer (nadie dice que se haga, pero existe la posibilidad). Contar con una herramienta digital, como una plataforma, podría ser la solución más óptima para salvaguardar la información y pase a ser consultiva pero ajena a la sustracción. Ahora bien, ¿los propietarios son conscientes de esta responsabilidad? ¿Están dispuestos a invertir dinero en esto? Todavía está por ver, nos encontramos en un estadio novel de la ITC pero, cabe la posibilidad de que esta responsabilidad, como ya comentamos, recaiga en el mantenedor, y es el mantenedor el que acabará creando o pagando servicios que contemplen esta situación. Ahora bien, ¿es algo negativo para el mantenedor o lo convierte en un servicio de valor añadido que facilita el mantenimiento y la gestión?
Soluciones: Innovación y gestión documental
Frente a este panorama, las PYMEs deben ser proactivas y adoptar soluciones innovadoras que les permitan competir en igualdad de condiciones. Si bien las empresas mantenedoras de ascensores tienen hasta dos años para regularizar su documentación, las PYMEs pueden usar este tiempo para fortalecer sus propios procesos internos y asegurarse de que están listas para asumir cualquier reto.
Acciones recomendadas:
Digitalización de registros: Implementar sistemas de gestión documental digital que centralicen todos los documentos relevantes del ascensor. Esto no solo facilita el acceso, sino que también elimina la posibilidad de extravío de información.
Automatización de notificaciones: Utilizar software que envíe recordatorios automáticos para inspecciones periódicas y plazos de mantenimiento. Esto asegura que no se pasen por alto fechas importantes y mejora la eficiencia operativa.
Adopción de software especializado: Implementar soluciones tecnológicas que generen planes de mantenimiento personalizados y que mantengan la documentación siempre actualizada. Esto permitirá a las PYMEs ofrecer un servicio más eficiente y con mayor valor añadido.
Para estas recomendaciones, el KIT Digital puede ser un gran aliado, ya que las PYMEs cuentan con hasta 12.000€ para gastar en este tipo de áreas. Lo puedes consultar aquí.
Innovar o quedarse atrás
La entrada en vigor de la ITC AEM 1 marca un punto de inflexión en el sector del mantenimiento de ascensores. Para las PYMEs, este es un reto que debe ser visto como una oportunidad para innovar, adoptar nuevas herramientas y mejorar la eficiencia. Si bien la normativa impone nuevas responsabilidades, también abre la puerta a la modernización y a una mayor competitividad frente a las grandes empresas.
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